La defensa de la filosofía, en la Educación pública, motivó en la profesora e investigadora Carolina Ávalos Valdivia la urgencia de traducir por vez primera al castellano Privilegio o del derecho a la filosofía del filósofo Jacques Derrida. ¿Quién tiene derecho a la filosofía? ¿Es posible entender la universidad, la escuela, la disciplina, como instituciones filosóficas? ¿Para qué estas instituciones? ¿Quién o qué las legitima? Acudiendo a algunos textos de Kant y repensándolos desde la instalación de sus ideas en las instituciones modernas, el autor francés reflexiona en forma crítica sobre el sistema educativo y universitario liberal en tanto reproductor de la desigualdad social, cuyo trasfondo sobrepasa cualquier condición temporal, reproduciéndose en la cultura a través de las formas de dominación del lenguaje. No en vano, Derrida se pregunta: «¿En qué condiciones podemos hablar de libertad y de verdad? ¿En qué condiciones responder de ello? A pesar de la apariencia, estas cuestiones no son abstractas. Poco a poco, ellas atraviesan todo: la historia, la política (la idea de democracia), el derecho y la moral, la ciencia, la filosofía y el pensamiento […]».